MANTENIMIENTO DEL DISCO DURO


COMO MANTENER NUESTRO DISCO DURO: CONSEJOS. 





Uno de los temas que más debe preocuparnos en nuestro ordenador es el mantenimiento del disco duro, ya que es en él en el que tenemos instalado nuestro sistema operativo, nuestros programas y donde guardamos nuestros datos.

El mantenimiento de un disco duro se debe mirar desde dos aspectos diferentes. Uno es el mantenimiento del disco en sí, desde el punto de vista de hardware y otro es el mantenimiento del disco duro en temas de software.

Vamos a empezar por el mantenimiento del disco duro como tal, es decir, como un componente del ordenador, y de camino vamos a ver la verdad que encierran algunos comentarios que circular por ahí.

Mantenimiento del disco duro (hardware):

El disco duro es un componente de harware bastante macizo, pesado... y bastante delicado, que, como todo elemento de nuestro ordenador, necesita de una cierta atención.

Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que se trata de un elemento de alta precisión, con unos discos internos que giran normalmente a 7.200 rpm y con unas cabezas lectoras que se desplazan a una gran velocidad a una distancia de los discos que se calcula en micras (una mota de polvo no cabe entre la cabeza y en disco), pero que en ningún momento pueden tocar este, ya que entonces ocurriría lo que se conoce como un aterrizaje de cabezales, con el consiguiente daño tanto para el disco como para el cabezal.
Con todo esto, la primera conclusión que se saca es que no es nada recomendable hacer movimientos bruscos del equipo si este está encendido, ya que hay que tener en cuenta que si bien las cabezas cuando no están leyendo o escribiendo se encuentran en una posición de reposo (en los discos muy antiguos había que aparcar los cabezales), un golpe o movimiento brusco pueden desplazar los cabezales, produciéndose el aterrizaje ya mencionado.
Con los discos externos debemos tener especial cuidado, ya que, aunque esté apagado, un golpe fuerte puede dañar el disco de forma irreparable.

También debemos asegurarnos de que tenga las menores vibraciones posibles, ya que un exceso de vibraciones en el disco duro puede llegar a dañarlo.

Otro factor muy importante es la temperatura de funcionamiento del disco. Un disco duro suele tener una temperatura de trabajo de entre 45º y 50º, con un tope operativo de sobre 60º. Unas temperaturas superiores a estas pueden causar un mal funcionamiento y, a la larga, provocar una avería. Es muy conveniente, sobre todo si nuestros programas o hábitos de uso del ordenador implican unos accesos al disco constantes y grandes, que le pongamos algún medio de refrigeración extra. Hay en el mercado disipadores diseñados especialmente para los discos duros que no son caros y van muy bien.
También es conveniente limpiarlo a menudo. Recordad que el polvo hace de aislante e impide una buena refrigeración.

Fundamental es que los voltajes que recibe sean los correctos (recibe tanto 12v como 5v), por lo que una buena fuente de alimentación y un estabilizador son dos cosas muy importantes para la salud de nuestro disco duro, aunque esto es común para todo el ordenador.

Y ahora vamos a ver algunas ''cosillas'' y comentarios que circulan por esos mundos y vamos a ver su fundamento y verdad.

- Formatear el disco duro acorta su vida y lo puede dañar:
No hay ninguna base en esta afirmación. Cuando se formatea un disco duro lo único que estamos haciendo son operaciones de escritura, y además el desplazamiento de los cabezales en este tipo de operaciones es bastante más lineal y constante que en una operación normal de lectura/escritura, por lo que el desgaste del disco es incluso inferior a cuando estamos trabajando con él.
Otra cosa es cuando se trata de un formateo a bajo nivel o de la utilización de programas de recuperación de discos. Estos procesos sí que suponen una altísima carga de trabajo para el disco duro y pueden acortar su vida útil, pero en ningún caso de forma significativa. Además, cuando recurrimos a estos sistemas es porque tenemos serios problemas en el disco, y en la mayoría de los casos las opciones son o emplear estos sistemas o tirar el disco, lo que sí que acorta drásticamente su vida útil.

- Montar un disco en RAID alarga su vida:
Esta teoría sólo sería válida para un RAID 0 en varios discos, pero ojo, por montar dos discos no quiere decir que la vida útil se duplique, simplemente que van a tener menos carga de trabajo al repartirse las operaciones de lectura/escritura, pero esto, como ya hemos visto, sólo es una parte de la ecuación. En otros tipos de RAID no hay ninguna diferencia.
El desgaste es mínimo en operaciones de lectura/escritura, y además los discos siempre están girando.

- Hacer varias particiones es bueno/malo para el disco duro:
Pongo bueno/malo porque se han dicho ambas cosas, y ambas son falsas. Para el disco duro no supone ninguna diferencia el estar dividido en una, dos o más particiones.

- Tal sistema operativo acorta la vida del disco duro:
Ultimamente han circulado rumores de que Ubutu acorta el ciclo de vida útil de los discos duros, sobre todo en portátiles. Esto es algo totalmente falso. La vida útil de un disco no depende del sistema operativo que tengamos instalado, sino de otros factores.

- Es mejor apagar el ordenador y volver a encenderlo que reiniciar (reset):
Pues para la vida del disco no. Mientras que apagar y encender supone parar el disco duro y volver a encenderlo, reiniciar no supone una paradadel disco, por lo que el desgaste es menor.
Por cierto, que lo que si que es bastante perjudicial es apagar y encender el equipo sin dejar un cierto tiempo para que se detenga totalmente el giro del disco duro.
En todo caso, siempre es mucho más perjudicial apagar o resetear desde el ordenador (con los botones de apagado o de reset) que hacerlo desde el sistema operativo.

- Es bueno apagar el ordenador cuando no lo utilicemos:
Pues si lo miramos bajo el punto de vista de un ahorro de energía, sí, pero si lo miramos bajo el punto de vista de mantenimiento del disco duro, no. Un disco duro es precisamente en los procesos de apagado/encendido cuando más sufre y más desgaste tiene, no por que tenga que trabajar más leyendo datos para el arranque, sino por el simple hecho de arrancar.
En general podemos decir que se debe apagar el ordenador cuando el tiempo de inactividad de este vaya a ser superior a las tres o cuatro horas. Si el tiempo de inactividad va a ser menor son preferibles otros métodos, como suspensión, hibernación o inactividad, que producen un arranque del disco menos brusco que un apagado y posterior encendido del sistema. Lo que si que es bueno en general es apagar totalmente el equipo, desconectándolo de la corriente.

La vida media de un disco se mide en ciclos de inicio/parada, y un disco normal suele tener una vida superior a los 50.000 ciclos (este es el mínimo que garantizan la mayoría de fabricantes), lo que hace que su vida útil sea bastante larga.

Evidentemente hay otros factores que influyen en la vida útil de un disco duro, pero en condiciones normales de uso con un trabajo bastante intensivo esta vida útil está por encima (teóricamente) de los 30 años, siendo este ciclo superado en discos de gama alta y discos especiales para servidores.

En mi caso, tengo un Olivetti 80286 con casi 20 años y el disco duro es el original y funciona a la perfección (y eso que ni las calidades de los materiales ni la tecnología de fabricación eran las mismas en aquella época).

Que un disco sólo nos dure un par de años tan sólo es síntoma de una baja calidad de este o, en la gran mayoría de las ocasiones, de un mal uso del mismo, del que sólo nosotros somos responsables. Decir que un disco duro ha durado tres o cuatro años no es precisamente una buena marca. Hay que tener en cuenta que muchos fabricantes de discos duros ofrecen una garantía de tres años, y si hacen esto es porque no esperan ningún problema en ese periodo de tiempo.

Y ya que en ello estamos, por todo lo expuesto anteriormente, es fácil comprender que la vida útil de un disco duro en un portátil sea inferior a la de un disco duro en un ordenador de sobremesa, a pesar de un especial diseño en cuanto a resistencia y tolerancia a golpes y vibraciones superior en el caso de discos para portátiles, así como unas inercias de giro bastante menores. También influye bastante en este tipo de ordenadores los gestores de energía (sobre todo cuando funcionan a batería), que obligan al disco duro a un número excesivamente alto de paradas, y por lo tanto, de ciclos de inicio/parada.

Y ahora vamos a ver un poco el mantenimiento del software, que sí que influye en su desgaste y vida útil, así como en su rendimiento.

Mantenimiento del disco duro (software):

Como ya hemos visto en la parte de este tutorial relativa al hardware, micho se ha dicho de disco en RAID, de apagar el ordenador, de particiones... pero muchas veces nos olvidamos de cómo ahorrarle trabajo a nuestro disco, y esto se hace manteniendo nuestro software en condiciones.

Una bueno forma es hacer un buen mantenimiento de éste de forma periódica, procurando que la información de se encuentre lo menos fragmentada que sea posible. Con ellos no es que las cabezas vayan a efectuar menos operaciones de lectura/escritura (que van a hacer las mismas), sino que los desplazamientos de las cabezas van a ser menos bruscos y menos amplios. Esto va a afectar sobre todo al rendimiento del disco duro y de paso también en su conservación, ya que movimientos menos bruscos y amplios significa también generar menos temperatura.

Por último, vamos a ver cuales son los grandes enemigos de nuestro disco duro:

- Golpes y movimientos bruscos.
Esto es muy malo con los discos en movimiento, pero también lo es con los discos parados, incluso desconectados.

- Una mala alimentación.
Una mala alimentación y cortes o sobrecargas eléctricas pueden incluso dejar nuestro disco totalmente inutilizado.

- Una mala refrigeración.
Un trabajo constante por encima de su temperatura media de funcionamiento termina por bajar su rendimiento y por estropear físicamente el disco duro.

- Una fuente magnética muy intensa.
Una fuente magnética muy intensa no sólo nos puede borrar los datos, sino que puede dañar de forma irrecuperable los discos internos de nuestro disco duro. Evidentemente un disco duro está bastante bien protegido, pero cuando lo tengamos desinstalado debemos tener mucho cuidado y mirar muy bien donde lo colocamos.




Los discos duros son los encargados de almacenar nuestros datos y de ellos depende que nuestra información esté disponible cuando la necesitamos. Un mantenimiento periódico es esencial para prevenir posibles fallos y pérdidas de datos. Existen ciertas operaciones de mantenimiento preventivo que nos permiten estar al tanto de la salud de nuestro disco o discos. Perder la información que contienen sería irreparable, así que, como en otros casos, es mejor prevenir que curar.

Qué es

El disco duro es el principal soporte de almacenamiento de datos de un ordenador y contiene el sistema operativo, todos los programas y el resto de los datos que introduce el usuario, como documentos o fotos digitales. En el interior de este este tipo de discos encontramos una serie de platos metálicos apilados girando a gran velocidad. Sobre estos platos se sitúan los cabezales encargados de leer o escribir.

Tipos

En función del tipo de interfaz tenemos diferentes tipos de discos duros. Los más comunes son: Integrated Drive Electronics (IDE, también llamado ATA), SCSI, poco extendido actualmente, y SATA o Serial ATA, este último estandarizado en el año 2004 y actualmente el más utilizado.

En los equipos que compramos habitualmente en tiendas de informática nos encontraremos básicamente discos duros con interfaces SATA, el actual estándar del mercado. En cualquier caso, el mantenimiento se rige por los mismos principios en todos ellos.

Si comparamos todos los componentes de un ordenador, el disco duro es el más sensible y el que requiere mantenimiento. La detección precoz de fallos puede evitar a tiempo un desastre y la pérdida parcial o total de información, aunque no siempre puede detectarse con anticipación.

Mantenimiento básico del disco duro

Para realizar un correcto mantenimiento de nuestro disco duro tendremos que seguir punto a punto ciertas operaciones.

Paso 1. Deja espacio libre suficiente

Cuando el espacio libre de un disco se agota o le falta muy poco, el equipo puede comenzar a funcionar de forma errónea, aparecen mensajes de error, las aplicaciones pueden no iniciarse correctamente o se cierran después de abiertas, todo funciona de forma más lenta y llega el punto de que se nos avisa de que no nos queda espacio en disco. Llegado ese momento tenemos que liberar espacio para poder trabajar de forma adecuada.

Como referencia aceptable se puede decir que el espacio vacío de un disco duro no debe ser nunca inferir al 10% de su capacidad total y, si se llega a este límite, se deben borrar archivos innecesarios, desinstalar aplicaciones que no se usen, comprimir archivos o, porque no, comprar un disco de mayor capacidad y copiarle los datos.
Paso 2. Elimina archivos innecesarios

Todas las aplicaciones de Windows generan archivos temporales. Estos archivos se reconocen por la extensión “.tmp” y generalmente existe uno o varios directorios donde se alojan. En condiciones normales, las aplicaciones que abren archivos temporales deben eliminarlos cuando la aplicación se cierra, sólo que, en muchas ocasiones no sucede así.

Por ejemplo, cuando se cierran en condiciones anormales (Windows se cuelga) o por una deficiente programación de la aplicación, el sistema puede no eliminar dichos archivos. Esta suma de acontecimientos nos puede generar una gran cantidad de archivos temporales innecesarios que hemos de eliminar para prevenir perdidas de rendimiento de nuestro disco duro en el futuro.
Windows incluye, en la ventana de propiedades de las unidades de disco, una herramienta para tal fin. Hacemos clic en Inicio, a continuación en equipo y sobre nuestro disco duro C, D u otro presionamos con el botón derecho del ratón; en el menú que se muestra seleccionamos Propiedades y aparece una ventana. En dicha ventana hacemos clic en Liberar espacio y seguimos los pasos del asistente.

 HIDDEN 264 1601 FOTO liberarbox Mantenimiento de discos duros




Existen otro tipo de archivos que pueden borrarse y no son temporales, son aquellos que se encuentran en la papelera de reciclaje, los archivos temporales de Internet Explorer (si trabajamos con Firefox u otro navegador también tendremos archivos temporales que podremos eliminar) y algunas carpetas que permanecen en el disco después de que se descargue o se instale algún programa.

Para borrar los archivos temporales en Internet Explorer haremos lo siguiente. Haremos clic en Herramientas, Opciones de Internet, Archivos temporales de Internet y presionamos sobre el botón de Eliminar. En el caso de Firefox haremos clic en Herramentas, Opciones, Privacidad y a continuación presionaremos sobre el botón Limpiar ahora.

Otra posibilidad que puede producir notables incrementos del espacio disponible es la compresión de archivos o directorios completos. Si por ejemplo, se tiene instalada una aplicación voluminosa que se utiliza de forma esporádica, se puede comprimir el directorio completo y descomprimirlo sólo cuando se use. Con esta técnica podemos obtener reducciones de más del 50% del espacio originalmente ocupado.

Esta técnica era interesante emplearla hace unos años cuando el tamaño de los discos duros era más reducido y el precio elevado. Hoy, el tamaño es tan elevado y el precio tan asequible que en muchos casos la compra de un disco duro adicional compensa más que realizar tareas de este tipo, sobre todo porque la velocidad de acceso a los datos se ralentiza.


Paso 3. Comprueba el estado de la salud de nuestro disco duro

Todas las versiones de Windows incluyen la herramienta scandisk o chkdsk, que permite una verificación del “estado de salud” del disco duro. El análisis que realiza esta herramienta nos pueden solucionar percances del tipo:

A. Clusters perdidos. Se trata de un espacio aparentemente ocupado en el disco, pero no asociado a ningún archivo o directorio. Este espacio debe recuperarse mediante una de estas opciones: convirtiendo el espacio en un archivo, o borrándolo. Estas anomalías surgen generalmente asociadas a un fallo de corriente, o la finalización anormal de una aplicación o del propio sistema operativo.

B. Direccionamiento cruzado de archivos. Un espacio del disco es asignado a dos o más archivos. Generalmente este problema es solucionado satisfactoriamente por scandisk.

C. Localizar y reparar sectores dañados. Las causas principales que redundan en el daño de los sectores son: el envejecimiento del disco, las condiciones ambientales adversas (exceso de humedad, calor, etc.), el uso abusivo prolongado, el fallo de corriente y los golpes.

En ocasiones, cuando el daño se produce por un golpe o fallo de corriente, el área dañada puede ser única, pequeña y concentrada. En este caso, scandisk o chkdsk tratará de copiar la información en un cluster sano. Si el daño físico se presenta en diversas zonas del disco, ha llegado la hora de cambiarlo. Tendremos que realizar una copia de respaldo de toda la información y sustituir el disco, ya que los daños físicos son irreversibles.

 HIDDEN 264 1602 FOTO desfragmentar Mantenimiento de discos duros




Paso 4. Fragmentación del disco

Al trabajar con un ordenador se produce un ininterrumpido proceso de borrado de archivos e instalación de otros nuevos. Los nuevos se instalan a partir del primer espacio disponible en el disco y si no cabe, se fracciona, continuando en el próximo espacio vacío.

Un índice bajo de fragmentación es tolerable e imperceptible, pero en la medida que aumenta, la velocidad disminuye a razón del incremento de los tiempos de acceso al disco, ocasionado por la fragmentación. Con el paso del tiempo, la fragmentación puede hacerse notable y provocar que todo funciona muchísimo más lento.

Todas las versiones de Windows incluyen un defragmentador de disco. El proceso de defragmentación total puede consumir bastante tiempo -en función del tamaño del disco- y no deben realizarse otras tareas mientras realizamos esta operación. Se debe desactivar también el protector de pantalla.

HIDDEN 264 1602 FOTO desfragmentar Mantenimiento de discos duros



Paso 5. Acceso al hardware
Si tenemos acceso al hardware de nuestro equipo, podemos comprobar que el disco duro o discos duros se encuentren correctamente atornillado, firmes y libres de suciedad y polvo. Como medida de mantenimiento podemos colocar un ventilador que los refrigere y que mantenga la temperatura correcta. Esta opción es especialemente interesante si por ejemplo, tenemos los discos duros en constante funcionamiento por el uso intensivo de las redes P2P u otros.
Paso 6. Herramientas adicionales para analizar disco duros
- Seatools: Herramienta de diagnóstico que nos ayuda a determinar las condiciones de un disco. Incluye varios test para determinar el estado físico. Se trata de una herramienta gratuita de la empresa Seagate. Originalmente sólo servía para testear discos duros Seagate y Maxtor pero ahora también se puede emplear con discos de otros fabricantes. Esta herramienta es gratuita.
- Flobo Hard Disk Repair. Herramienta que nos permite realizar tareas como: test de velocidad, test de superfie, revisar la estabilidad del disco, monitorizarlos y predecir fallos futuros. Esta herramienta incluye Flobo Bad Sector Repair que nos permite recuperar los sectores dañados de nuestro disco duro. El precio de esta herramienta es de 27,32 euros.
A pesar de que podemos poner todas la medidas necesarias para manterner la salud de nuestros discos duros en buen estado, éstos se pueden averiar. Las causas fundamentales de avería son dos: el própio uso y los cortes de corriente. En menor medida los discos duros se pueden averiar por otras causas.
Pero antes de ponernos a trabajar con un disco duro que muestre sintomas de avería es conveniente realizar copias de seguridad y curarnos en salud ante un incidente de este tipo.
Tabla de contenidos
1. Mantenimiento de discos duros
2. Copias de seguridad
3. Si nuestro disco se avería
4. Formatea un disco duro
  

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